Sunday, 11 August 2013
MUJERES Y SU PARTICIPACIÓN EN LOS PUESTOS DE LIDERAZGO. / http://www.prensa.com/impreso/panorama/equidad-genero-caida/197823
PANORAMA
MUJERES Y SU PARTICIPACIÓN EN LOS PUESTOS DE LIDERAZGO
Equidad de género, en caída
Panamá quedó en el lugar 108 de una lista de 186 países, en el Índice de Desigualdad del Informe de Desarrollo Humano del PNUD.
YAHIR LEIS ALVARADO
yahir.leis@prensa.com
11/08/2013 - Dos informes internacionales de alto impacto mundial y regional revelan descensos dramáticos en la incidencia de las mujeres en puestos de liderazgo dentro de la administración del Estado.
Panamá ha perdido 13 posiciones en solo dos años en el ranking mundial de desigualdad de género, según el Informe sobre desarrollo humano 2013, del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Mientras que la Comisión Económica para América Latina (Cepal) evidencia una caída sistemática de la participación de las mujeres en la Corte Suprema de Justicia, en la Asamblea Nacional, y en la administración central y local.
Países hermanos que económicamente no ostentan tasas de crecimiento similares a las panameñas, dan pasos agigantados en materia de igualdad de oportunidades de liderazgo, a diferencia de un discriminatorio Panamá, donde las mujeres intentan contra viento y marea posar su mano en paridad, en el timón que dirige los rumbos del país (ver cuadro).
POSICIÓN VERGONZOSA
“La posición de Panamá en la región es más que vergonzosa; ocupa los últimos lugares” advierte la jurista y exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia Esmeralda Arosemena de Troitiño, refiriéndose al último índice de desigualdad de género del PNUD, en el que Panamá quedó en el lejano lugar 108 de una lista de 186 países (ver recuadro).
Para Mariela Arce, economista y activista de derechos humanos, la realidad que muestran estos informes, “es preocupante y deprimente”, después de haber sido, en los años 90, Panamá, el país líder de la región en la modernización de las políticas públicas de género.
Según Arce, la poca presencia femenina en los órganos del Estado deja al descubierto que “al actual modelo de crecimiento y de gobierno no les interesa profundizar en los avances logrados por las mujeres”, destacó.
El liderazgo femenino en los municipios no escapa del escrutinio internacional, pues Panamá solo tiene un 9% de alcaldesas elegidas, en comparación con países como Cuba y Uruguay que ostentan porcentajes del 29% y 25% , respectivamente.
LA JUSTICIA, UNA PANAMEÑA SOLITARIA
La desigualdad en la participación femenina más drástica, a criterio de Arosemena de Troitiño, se produce en la Corte Suprema de Justicia, con un porcentaje de participación del 0%. “Lo que en otros países de la región, como Costa Rica, está incrementándose”, reveló.
Lo detalla así: “Hoy, preside la Suprema Corte de ese país una mujer; el Ejecutivo lo preside una mujer, con más del 40% de mujeres en el Gabinete”, precisó.
De hecho, la Cepal ubicó a Panamá en el último lugar en cuanto a la participación de mujeres en el máximo tribunal de justicia, en un estudio que analizó 34 países.
Actualmente la Corte Suprema de Panamá está compuesta por hombres, en contraste con Colombia, Costa Rica y Puerto Rico, que cuentan con la participación de magistradas en un 30%, 35% y 43% respectivamente.
¿Y LAS MADRES DE LA PATRIA?
Solamente hay seis mujeres entre los 71 diputados de la Asamblea Nacional, lo que equivale al 8% de representación. Ellas son: Iracema Ayarza de Dale y Crescencia Prado, del opositor Partido Revolucionario Democrático, y Yanibel Yineva Ábrego, Marylín Vallarino, Dana Castañeda y Dalia Bernal Yáñez, del partido oficialista Cambio Democrático.
Esto significa que, en toda América, Panamá solo supera a Belice, Haití y las islas Saint Kitts y Nevis, en la lejana posición 30, entre 33 países con desigualdad en su Órgano Legislativo, de acuerdo con la Cepal.
“Los índices generales que indican una mejoría en el desarrollo humano panameño en general, no son suficientes para garantizar los derechos políticos de las mujeres, en especial el derecho a ser elegidas para cargos de autoridad”, dice Arosemena de Troitiño.
Para la jurista, Panamá está muy lejos de alcanzar “los niveles de participación femenina de países hermanos, que ostentan porcentajes entre el 30% y el 48%”, puntualizó .
ADMINISTRACIÓN ´CABALLEROSA´
“Pese a su alto nivel de preparación académica y fortaleza laboral, las mujeres ocupan generalmente cargos de suplencia en la administración”, opina la investigadora Ileana Gólcher, para quien “el patriarcado político se ha visto fortalecido, pese a la existencia de leyes que en teoría estimulan su participación”, tales como las cuotas de participación femenina.
“Sin la participación de las mujeres, la democracia es incompleta”, sostuvo Gólcher.
La cifras hablan por sí solas en cuanto a la presencia femenina en el Consejo de Gabinete, instancia donde ha habido una disminución: de 31% pasó a 21%, respecto al período anterior, destaca la Cepal.
En el Consejo de Gabinete del presidente, Ricardo Martinelli, participan las ministras Lucy Molinar, de Educación; Alma Cortés, de Trabajo; Yasmina Pimentel, de Vivienda, y Giselle Burillo, de la Autoridad de la Micro, Mediana y Pequeña Empresa.
Esto contrasta con las estadísticas de Costa Rica (40%), Cuba (45%), Argentina (37%) y Nicaragua (40%) de participación de mujeres en el Ejecutivo.
Panamá está casi en la cola de esta medición regional, ocupando el lugar 30 entre 33 países (ver cuadro).
TRABAJAR CON LAS UÑAS
“No seremos machas, pero somos muchas” , proclaman las líderes femeninas, que tienen que financiar sus programas con recursos propios, con autogestión y con algunas donaciones oficiales e internacionales.
Al Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), mecanismo central de las políticas públicas de género en Panamá, se le redujo el presupuesto para 2013. Este año recibió solo $2.6 millones, $2 millones menos de lo que solicitó. Mientras que para 2014 se estima que será de $3 millones, al menos 2 millones menos de lo que ha pedido, de acuerdo con fuentes oficiales.
El ministro de Desarrollo Social, Guillermo Ferrufino, al ser consultado sobre la desigual distribución de recursos en perjuicio de programas de género, negó que los presupuestos del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) estén en decadencia.
Ferrufino destacó que desde su cartera se hacen las “solicitudes necesarias para poder seguir trabajando”. Agregó que “ellos [los diputados] siempre hacen los recortes pertinentes a su bien y nosotros tenemos que aceptarlos porque la Comisión de Presupuesto es la que manda”.
El ministro justifica la situación señalando que “tenemos que ser equitativos en los diferentes proyectos que se presenten, sean de género o no, sean para el hombre o la mujer ...”.
UNA DEUDA
Panamá es país suscriptor de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, adoptado por la Asamblea General de la ONU en 1999, y ha ratificado también el protocolo facultativo que obliga a los Estados a reconocer la competencia de un comité especial ante el cual se pueden interponer denuncias.
Este mecanismo, más vinculante que los simples informes periódicos, es poco utilizado.
De acuerdo con Arce, el discurso de los partidos políticos, además del trasfondo machista, muestra incoherencias que reflejan “vacíos de una real democracia”.
Al referirse al régimen actual, la feminista cuestiona que “mientras exista violencia y discriminación contra las mujeres no se pueden llenar la boca con la trillada frase de que Panamá ha cambiado más en cuatro años”, acotó.
Para Joyce Araujo, promotora de derechos humanos “el sistema hace que las mujeres sigan en un grado de subordinación”, pues el tema de “los derechos de las mujeres siempre está en los puntos finales, si es que está en una agenda para los gobiernos”. Araujo señala que el gobierno actual se “ha enfocado en una política de asistencialismo, de paternalismo, que no se hace sobre una base científica”.
Actualmente, informó, se está a la espera de la publicación del informe Clara González, que contiene datos de los porcentajes de mujeres en puestos de mando y jurisdicción no solo en el ámbito público, sino también en el privado.
Teresita Yániz de Arias, activista de género, sostiene que “hay mujeres que siguen viviendo en el siglo XVIII”, llenas de limitaciones, mientras que otras, ya han dado el salto al siglo XXI, luchando por los intereses de las demás.
Yániz de Arias dice que no existe un estereotipo de la mujer panameña, “somos miles...millones, con nuestras propias realidades y aspiraciones”, insistiendo en que el “sueño de unas debe hacerse realidad en todas”, destacó.
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